miércoles, 21 de septiembre de 2011

Texto dramatico

El texto dramático ha permitido al ser humano representar de la manera más directa las crisis universales de la existencia, como la lucha del poder, la pérdida amorosa, los conflictos entre distintos valores, el dolor por la muerte, la exaltación por el placer, el deseo de libertad y la experiencia de la soledad, del triunfo y del fracaso, así como la fuerza del destino.
Por sus propias características, este tipo de texto posee desde hace milenios los siguientes elementos:

  • Reparto: se coloca al inicio y enlista a los protagonistas y antagonistas.




  • Acotaciones: representan la voz del autor e indican los movimientos, gestos y acciones por ejecutarse por parte de un actor.




  • Apartes: son intervenciones breves en las cuales los personajes se dirige al público con intención confidencial.




  • Parlamentos: indican las palabras que deben decirse textualmente por parte de cada actor.




  • Actores.




  • Escenario.




  • Auditorio.




  • Acciones y diálogos.




  • Relato




  • Atmósfera.




  • Tiempo.



  • A diferencia del texto narrativo, en el dramático no son tan importantes las voces como las paciencias integras, corporales, de los personajes. El narrador prácticamente desaparece (sólo se presentan en algunos casos del coro griego, cuando este cuenta los hechos lejanos) y en cambio la persona tiene un papel muy importante.

    Ejemplo de texto dramático:


    En cuanto a ti, llegado el momento oportuno, obra con osadía. Y si ella grita en su terror; "Oh, hijo!", dile que tu padre también te ha gritado. Consuma la venganza y no temas, vierte la sangre del mal que aquí reina: mata a los asesinos de tu padre.
    EG.- Vengo acá no por mi gusto: me ha hecho llamar un mensajero. Dicen que ciertos extranjeros nos traen una noticia no de desear, de que Orestes ha muerto. ¡Otra pesadumbre para esta casa ya herida y desgarrada por el infortunio tras la primera muerte! Pero, ¿será verdad? ¿No serán mujeriles fantasías, que nacen, vuelan y desaparecen? ¡Vanas ilusiones! (Al corifeo): ¿Tú qué me dices, para hacer luz en mi mente?
    CORO.- Cierto que oímos la noticia. Entra mejor y pregunta directamente a los extranjeros. Un mensaje debe ser comprobado por el destinatario mismo.
    Esquilo, La Orestiada

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